Nacen Hipotecas Verdes en Medellín

En Medellín se abre camino una opción de financiamiento para vivienda que sea amigable con el medio ambiente, en que comprador, constructor y banco ganan al mismo tiempo con las llamadas hipotecas verdes.

Este modelo se diferencia del crédito hipotecario tradicional en que el banco reconoce una tasa más baja para el préstamo de largo plazo que toma el futuro propietario, así como para el requerido por el constructor.

Que eso sea posible parte de que la casa, edificio o unidad residencial cumpla con unos estándares y requisitos de sostenibilidad en su diseño, uso de materiales, construcción, redes, tecnologías, y acabados, que conduzcan, por ejemplo, a menor uso de electricidad o agua cuando sea habitado.

En ese sentido, ya hay varios “sellos verdes” para edificaciones sostenibles como el Leed, sistema de certificación creado por el Consejo Americano de Construcción Sostenible (USGBC, por su sigla en inglés). También está la herramienta Edge, (Excelencia en el diseño para mayores eficiencias, por sus sigla en inglés), que desarrolló la Corporación Financiera Internacional, brazo del Banco Mundial. En el país hay cerca de 200 edificaciones certificadas o en trámite de lograrlo.

Además, las hipotecas verdes son una tendencia creciente en mercados inmobiliarios europeos, mexicanos y estadounidenses. En el país, Bancolombia es pionero con un crédito hipotecario y leasing habitacional sostenibles, así como una la línea preferencial al constructor.

Impacto sostenible

“Estudios de la banca multilateral sobre impactos de la construcción sostenible en vivienda de interés social (VIS) evidencian que el uso de tecnologías ecoeficientes en iluminación, griferías y demás, tiene un impacto favorable en 40 % de los ingresos de familias de estratos 1 y 2. También en vivienda de estratos más altos, con temas como paneles solares, hay ahorros significativos”, señala Franco Piza, director de Sostenibilidad de Bancolombia.

Frente a la tasa hipotecaria actual, la entidad ofrece una reducción promedio de 65 puntos básicos (0,65 %) durante los primeros siete años del crédito al comprador. En el caso del constructor, el beneficio oscila entre 0,5 % y 2 %, según los componentes ecoeficientes del proyecto (ver Cómo funciona).

Con la política 2016-2020 de incluir elementos sostenibles en sus proyectos, la firma antioqueña Conaltura construye un piloto de apartamentos de clase media llamado Verde Vivo, en Itagüí. Ya fue registrado para obtener certificación Leed en dos de sus etapas, mientras una tercera apunta al sello Edge.

“Estamos en aprendizaje y se han generado costos mayores, empezando por las certificaciones, pero no los estamos trasladando a los clientes, pues queremos que se dinamice el mercado residencial sostenible”, comenta Ángela Atehortúa, directora de Sostenibilidad de la constructora.

El proyecto fue concebido desde su diseño para cumplir parámetros sostenibles, desde la orientación de los edificios, hasta la iluminación natural de los apartamentos. Con un paquete de aditamentos se pueden lograr ahorros de al menos 30 % en energía y agua.

“Así como se necesita que las personas tengan un uso más racional de los recursos, una construcción sostenible no solo genera ahorro en la cuenta de servicios, sino que la valorización del inmueble será mayor en el tiempo”, resalta Piza.

A esto se agrega que la cuota de administración puede ser menor frente a proyectos tradicionales, al reflejar ahorros generados en temas como iluminación y consumo de agua en zonas comunes.

“Muchas personas creen que por ser proyectos sostenibles son más costosos. Hacemos actividades lúdicas para que comprendan que hay beneficios mayores”, agrega Atehortúa.

En todo caso, ella coincide con Piza en que aún hay mucho por hacer frente a los constructores locales, pues en la medida que apuesten más a este tipo de proyectos, también habrá más oferta local y a menores precios en materiales y tecnologías requeridas para estos proyectos.

Fuente: El Colombiano

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